Inspirados por la pasión, creados para el cambio
La marca más poco fiable y tristemente célebre por su inutilidad
Tigoli comenzó con un viaje en coche de 15 horas, una delirante y divertida lluvia de ideas entre Ollie, mi buen amigo Tigger y yo. En algún punto de las sinuosas carreteras y los largos tramos de la autopista, se nos ocurrió la idea de la empresa más absolutamente inútil y deliciosamente malvada que se pueda imaginar. Tigoli, como la llamábamos, sería tristemente famosa por fabricar productos que, francamente, no funcionaban... en absoluto.
¿La visión de Tigoli? Crear objetos tan defectuosos que serían legendarios. Pensemos en bolígrafos que no escriben, reglas con medidas extrañamente imprecisas, relojes que se saltan horas y linternas que sólo funcionan a la luz del día. Nuestra imaginación se desbocó. Bromeábamos que la siniestra mano de Tigoli se remontaba a tiempos muy remotos; el sello de acero de Tigoli se podía encontrar incluso en el casco del Titanic, y circulaban rumores de que las brújulas de Tigoli eran responsables de muchos barcos extraviados que se perdieron en el Triángulo de las Bermudas.
Pero en algún momento de ese viaje, se nos ocurrió una idea. Nos dimos cuenta de que este concepto de marca ridículo y “malvado” era demasiado bueno como para no hacerlo realidad. Tigoli nacería, no como una simple marca, sino como una sátira, un homenaje irónico a todo lo inútil, poco fiable y maravillosamente absurdo. Nos comprometimos a crear productos novedosos de Tigoli, cada uno con sus propias peculiaridades, defectos y un toque de comedia, y estamos preparando algunas de las historias de fondo más hilarantes y oscuras y la propaganda corporativa “malvada” que lanzaremos en 2025.
Con una lista cada vez mayor de productos deliciosamente inútiles en desarrollo y una serie de videos cómicos en preparación, Tigoli está aquí para agregarle un toque de travesura al mundo, porque, realmente, ¿a quién no le gusta un poco de caos lúdico?